soy vigía. estoy sobre mi torre de vigilancia, miro a lo lejos esperando entrever una posible amenaza. una palmera se recorta contra el cielo tormentoso y me llama la atención. me distraigo. la recuerdo, la extraño. su presencia es tan extraña en mi memoria como esta palmera, en este escenario.
desde la altura, miro hacia abajo. ya no cumplo con mi deber, no me importa. la veo subiendo hacia donde estoy.
me olvido del mundo, pienso en ella, sentarnos en el banco, abrazarla, jugar a la pareja cliché. pero no puedo, ahora estoy solo, esperando el peligro, lejos de toda cotidianeidad.
escondido, miro a lo lejos. en un espejismo, veo nuestra casa, cálida y necesaria. imposible, en este páramo.
veo a alguien que se acerca. en mi ensoñación, creo que es ella. no doy la voz de alarma. corro a abrazarla.
Aparte: saqué varias fotos de la silueta del pasillo. Elegí la anterior para la secuencia porque no puede definirse si es femenina o masculina. En esta séptima foto puede definirse que es un hombre, la vi y pensé en el vigía (siempre lo pensé como un hombre, supongo que por lo de "enamoradO"), solo en la noche, observando. Creo que se sale un poco de la consigna porque el punto de vista es otro... pero de todas maneras quería mostrarla:
2 comentarios:
La palmera, la escalera y el banco.
A la palmera no le pasa lo que le pasa sí a la escalera y al banco.
A la palmera, no la encuadrás en la imágen como la encuadrás en palabra.
Al camino sí, en palabra y en la imagen.
¿Qué pensás? qué pensais los que vean este trabajo también.
E.-
de la tonalidad roja, que da muerte y pasión..
y de ese cielo, no? que trae nubes.
Saludos.
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